Al sur de la península Ibérica, en la zona más meridional de Europa, podemos encontrar una provincia y pequeña ciudad más antigua de occidente a la que los gaditanos la conocen como la «tacita de plata»
El por qué, es muy relativo, hay muchas leyendas e historias que hablan del nombre de la ciudad. Los fenicios la denominaron con el nombre de Gádir, que significa recinto cerrado que fueron quienes la descubrieron en el 1104 a.C. Posteriormente, en el 300, llegaron los romanos para conquistarla derrotando a los Cartagenienses en la Guerra Púnica. Estos la denominaron Gades, como la diosa.
Trás la invasión musulmana del 711 en la península, en la ciudad se levantan multitud de mezquitas. Es muy común la Mezquita de la Santa Cruz sobre el agua, Catedral de Cádiz, enclavada en pleno barrio del Pópulo (barrio romano) y otras muchos que aun siguen rindiendo culto.
Sabemos que los árabes dejaron una huella muy marcada en Andalucía, y que la mayor parte del territorio y la sangre, fue conquistada por ellos.
En el siglo XV, con la llegada de los Reyes Católicos cae el último rey musulmán (Muhámmad XII «Boabdil») y comienzan las cruzadas o periodo de la Inquisición, llegando a durar cerca de 300 años.
«No llores como un niño, por lo que no supiste luchar como un hombre»
¿Y qué más decir?
Aquí se proclama la primera constitución española el 19 de marzo de 1812, conocida popularmente como «La Pepa», ya que se firmó el día de San José. Territorio español, y después de la revolución francesa.
En Cádiz, se vive de sol, alegría, calma y tranquilidad. Es la ciudad española con más horas de luz al año (casi 3000h de luz), donde los atardeceres son eternos y amaneceres más brillantes. Las casas y azoteas presumen de estar bien ventiladas y el color de las paredes nos transmite frescor con ese blanco cal.
Hablar de Cádiz, es hablar de sus fiestas y su gastronomía. Carácter popular de las gentes. Carnaval que se celebra cada año en febrero, Carranza, en agosto, Semana Santa, en marzo- any else?
Cádiz: PESCAITO FRITO
Te lo dice una de Jerez ¡VIVA CAI!